viernes, 30 de enero de 2009

Espalda de granito
mirada contracturada
y el frío alboroto que me despierta de noche
tensan la cuerda de la guitarra mojada.

Me llegas en pesadillas
suave como una almohada
rasgando los acordes pretéritos
que completan la canción.

Tu bloque congelado se quiebra
de un sólo golpe:
El cincel de seda
te ha rajado una sonrisa...
¿Cuánto durará?

1 comentario:

Seymour Glass dijo...

veo el frio en el poema
espero que no sea muy duro
y que las sonrisas duren mas que las lagrimas.