Cada vez que llueve resiento el escalón evolutivo que nos alejó de los anfibios

Lo peor de no ser un Cronopio

es no aceptar ser un Fama

y terminar siendo Esperanza

Por qué te duele tanto

perder las cadenas

cuando el azar las corta

J.C

¿Qué estrella te asignaron

o qué constelación

cuando escribieron tu cuento

o tu canción

o tu tango

o tu novela?

 

¿De qué forma,

y en qué hoja y tiempo

dejaste tu voz

guardada para siempre

para que la encontremos?

Mi teoría sobre el huevo de Pascuas

Una vez le regalé a alguien un huevo de Pascuas. Resultó que la persona me regaló exactamente el mismo huevo de Pascuas. Cada uno, con el regalo idéntico del otro se sintió feliz. En ese momento, y quizás por primera vez, entendí algo importante: la vida no es un juego de suma cero.

Pasabas horas mirándome practicar la alquimia de convertir lo sencillo en complicado

En la baranda de mi balcón

una cotorra polvorienta

y deslucida

pinta en su opaca ironía

el cielo de mis vacaciones

De la pasión

convertida en plagio

o en plaga

danzamos hipnotizados;

la madera se destruye con cada paso

La mancha de tinta

con que se escribe nuestro canto

se expande

simétrica

como un Rorschach

Y aún esbozados

con el pincel de la entropía

aprendemos a vivir

con el puño en el corazón

Hoy te olvidás de restarle una sílaba

a un verso que termina en esdrújula

Mañana te olvidás de cambiarle las pilas

al control remoto

Y de a poco

el Mundo se va quedando sin poesía

y televisión

De todas las campañas sin sentido, creo que la que más me interesaría llevar adelante sería la de impulsar la incorporación de la letra "EMIE" al abecedario.

En un momento de concentración

afiebrado

todos los sonidos se apagan

y escucho los gritos del Diablo

resonar en la paradoja del silencio.

Tendemos a subestimar la importancia del punto y aparte.

En definitiva nos obliga a bajar la vista para seguir leyendo

y respondemos a su coerción sin chistar

Tornado

o embudo al revés.

Se coagula en un punto

todo lo que logré.

No hace falta alejarse

o tomar perspectiva

para ver el Big Crunch

que me tiene como centro

Nunca fui de creer mucho en las leyendas urbanas, pero hay una particularmente interesante que dice que si uno revisa sus albumes de fotos viejas, siempre va a encontrar en alguna foto de cumpleaños a un señor que no conoce del todo. Es un hombre bajito de bigotes. Todos asumen al verlo que es alguno de esos amigos de sus padres que uno nunca termina de conocer, o algún pariente que vino de Puerto Madryn. Alguna vez alguien, mirando albumes en casas ajenas notó el patrón y concluyó que el hombre no podía ser un conocido de tanta gente. Según cuenta la leyenda, el hombre es simplemente una persona que ama la torta de cumpleaños y no puede esperar un año entero entre celebraciones.