Empecemos por el final
por desnudarnos
cuando todavía duele el frío
que entumece nuestros corazones jóvenes.
Sólo así
sin frases que nos cubran la piel
podremos entender
qué secreto oculto nos reserva
el minuto que viene

En este momento no hay Mundo
o grandes hombres.
Hay sólo una ventana,
una luz tenue,
tus pensamientos perdidos,
un tiempo que no podrías definir
siempre aquí
siempre ahora
enajenada en tus tribulaciones...
En cuclillas robando los colores indiferentes
desde una ventana entreabierta.
Apoyada sobre tus manos
los sonidos genéricos
sin Yeats
sin Joyce,
el momento es la poesía.

Vas hacia algún callejón
de esta ciudad herida.
Vas a contarme todo
con una sonrisa.

En un descanso

Me hipnotizan
los copos de nieve
que vienen desde tan lejos.
Viéndolos caer, la idea de un propósito
me escapa.Y ella nieva:
nieva la noche.
Mi suspiro de amor hacia la noche,
el claroscuro de la lluvia que me estría la cara.
La felicidad se parece mucho a esto
con sus luces y sus sombras.

Son estos momentos
de quieta soledad
lejos
pero bien cerca
en los que creo
como mi religion
mientras termino de rezar
un poema

Si lo digo breve
es porque despues de todo
decifras el infinito
que hay detras de una palabra