Me hipnotizan
los copos de nieve
que vienen desde tan lejos.
Viéndolos caer, la idea de un propósito
me escapa.Y ella nieva:
nieva la noche.
Mi suspiro de amor hacia la noche,
el claroscuro de la lluvia que me estría la cara.
La felicidad se parece mucho a esto
con sus luces y sus sombras.
Goce, deseo, sin-sentido...
Hace 3 años
1 comentario:
Ramalazos de felicidad, esos que nos sacuden la modorra de la rutina cotidiana y nos hacen percibir con nitidez el increíble privilegio de estar vivos.
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