Donde antes posaba sus ojos
ahora es fuego.
Las entrañas le recitaron versos ocultos
y ya no puede mirar para atrás (como Orfeo).
Perdió el trébol aquamarina
que ayer le dio suerte.
Deberá confiar en el devenir de las cifras
para despertar de la hipnosis.
Está obligada a servirle
hasta que la luna se oculte
y el hechizo se quiebre.
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