martes, 19 de mayo de 2009

Las dos ninfas en el suelo
perdidas de los adultos
en una Tierra que es de Nadie
porque es de Todos
renacen terribles, naturales,
sin ataduras.
La noche se estrella,
se siente como un abrazo
cada vez más estrecho,
la astronomía ignora los prejuicios.
Bajo la gran corona plateada
dos princesas negocian el trono
de la única manera que saben:
abandonándolo todo.

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