lunes, 18 de mayo de 2009

Evolución

Hay un fuego que comienza muy lejos, en otro tiempo, y que es hoy, ahora, en frente mio. Mientras me acomodo para mirarlo, no muy cambiado, renacen mis ojos del opaco carbón que los ocultaba. La llama diamantina me quema la mirada, lava (d)el momento que baja lento, burbujeante sobre la rocosa piel que me rodea. Hay algo en su instantánea que me recuerda su naturaleza indómita, el engaño original que me trajo a mirarla desde tan lejos. En todo este tiempo la llama ha cambiado tanto que no ha tomado dos veces la misma forma, y a diferencia de nosotros el único ruido que ha hecho ha sido un tenue crepitar.

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