viernes, 31 de octubre de 2008

En una historia que nunca escribí, una persona descubría la montaña rusa perfecta. Tan perfecta era  que cada vez le costaba más bajarse de ella. Finalmente, este personaje se quedaba a vivir en la montaña rusa, cosa que no es nada fácil, sobre todo si a uno le gusta tomar el té.

1 comentario:

razondelgusto dijo...

Ja, ja. Buenísimo, Nacho.
Me encanta este blog.
Si podés andá a ver "Los paranoicos".
Un beso.