viernes, 16 de septiembre de 2011

Sobre Catástrofes...

La Catástrofe es una criatura flaca, de extremidades agudas, ojos finos, pelos revueltos siempre en movimiento, pies pequeños y ágiles. Son criaturas secretas, celosas de su identidad. Toda persona tiene su Catástrofe propia asignada al nacer, y deberá convivir con ella. A la Catástrofe se la conoce solamente por sus consecuencias. Como nosotros, cada Catástrofe es distinta: las hay desorganizadas y aleatorias, las hay meticulosas y racionales. Las peores son las que tienen una Agenda. Ésas sí que intentan arruinar por arruinar, y si tienen algún grado de éxito, cada tanto, sueltan una mezquindad insoportable o un nuevo dictador de turno. Allí es donde las demás Catástrofes, empecinadas en su tarea más o menos dedicada de condimentar la vida con alguna lágrima bien llorada, se juntan en grandes comités a debatir qué se hará con la Catástrofe que está teniendo impacto sobre tantos individuos que no le corresponden. La Catástrofe megalómana, pronto será encarcelada y llevada a juicio. Con sus cigarrillos y algún volumen para pasar su tiempo, quedará encerrada con otras de su especie hasta calmarse. Si se considera que está lista para volver al ruedo, si se la juzga humilde, entonces volverá, pero se la vigilará muy de cerca. Mientras tanto las Catástrofes que se han quedado sin persona, juegan con las estrellas y son las nuevas creadoras de lo que vendrá.

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